Rosa Inés Gutiérrez López debía “autodeportarse” el lunes pasado a El Salvador, pero este miércoles se convirtió en la primer inmigrante en recibir santuario en el área de la capital estadounidense, para evitar la deportación y proteger a sus hijos nacidos en EEUU, incluyendo a uno con síndrome de Down.
Gutiérrez López, de 40 años, fue presentada hoy oficialmente en el santuario de la “Iglesia Unitaria Universalista Cedar Lane”, en un barrio afluente de Bethesda (Maryland), durante una ceremonia ecuménica que contó con la participación de varios reverendos cristianos, un rabino, y un imán.
Según los organizadores, tanto la ceremonia como el ofrecer santuario a inmigrantes son un “acto de fe y de resistencia” contra la Administración Trump.