I am a leader with Faith in Florida and a graduate of the University of Southern Florida with a bachelor’s degree in Cell and Molecular Biology. As an undocumented/DACA student, it would have been a challenge to obtain a degree without DACA. I am currently in the process of applying to medical school and there are only two private schools in the state of Florida that are DACA friendly.
Even if I am accepted into medical school I don’t know what the future holds for me. DACA could be ripped away from me at any moment as the program waits on a decision by the Supreme Court. My life is in limbo until the judges decide the fate of 700,000 people that are like me. If the Supreme Court ends DACA, I will have to drop out of medical school, which would hold back my dreams and goals.
In the past year, I worked on restoring the vote for more than a million formerly incarcerated people. I am also working in my community so that all people have access to driver’s licenses in Florida. It is emotionally draining work, but the idea that my community will be better is what keeps me motivated to continue.
My parents are undocumented, cannot obtain a driver’s license and are not protected from deportation. I see the challenges my parents face every day as they drive in Florida. Florida just passed one of the most anti-immigrant bills, which allows police to work with ICE. Faith in Florida and I are fighting for driver’s licenses for all people, so that my family and other families in my community can drive without being targeted for deportation.
The work that I do in the community as a leader for Faith in Florida keeps me grounded. I am surrounded by people that care for me as much as I care for them. Even though this work is challenging, I will not give up on my community.
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Cirenio Cervantes
Leader
Faith in Florida
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Hola Darci,
Soy líder de Faith in Florida y graduado de la Universidad de Southern Florida con una licenciatura en Biología Celular y Molecular. Como estudiante indocumentado/DACA, hubiera sido un desafío obtener un título sin DACA. Actualmente estoy en el proceso de postulación a la escuela de medicina y solo hay dos escuelas privadas en el estado de Florida que aceptan a destinatarios de DACA.
Incluso si me aceptan en la facultad de medicina, no sé lo que me depara el futuro. Existe la posibilidad de que se me pueda quitar DACA en cualquier momento mientras el programa espera una decisión de la Corte Suprema. Mi vida está en el limbo hasta que los jueces decidan el destino de 700,000 personas como yo. Si la Corte Suprema termina DACA, tendré que abandonar mis estudios de medicina. Perder DACA retendría mis sueños y mis metas.
El año pasado, trabajé para restablecer el voto de más de un millón de personas anteriormente encarceladas. También estoy trabajando en mi comunidad para que todas las personas tengan acceso a las licencias de conducir en Florida. Es un trabajo emocionalmente agotador, pero la idea de que mi comunidad estará mejor es lo que me mantiene motivado para continuar.
Mis padres son indocumentados, no pueden obtener una licencia de conducir y no están protegidos contra la deportación. Veo los desafíos que enfrentan mis padres y mi comunidad todos los días mientras conducen en Florida. Florida acaba de aprobar uno de los proyectos de ley más antiinmigrantes, que permite a la policía trabajar con ICE. La mejor manera de proteger a mi familia es conseguir que todos tengan una licencia de conducir, independientemente de su estatus. Faith in Florida y yo vamos a presionar para obtener licencias de conducir el próximo año para asegurar que mi familia y otras familias en mi comunidad puedan conducir sin ser objeto de deportación.
El trabajo que hago en la comunidad como líder de Faith in Florida me mantiene firme. Estoy rodeado de personas que me cuidan tanto como yo me preocupo por ellos. Aunque este trabajo es un desafío, no voy a renunciar a mi comunidad.
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Cirenio Cervantes
Líder
Faith in Florida
