La mexicana Edith Espinal lleva 19 meses encerrada en una iglesia en Ohio, a salvo de la deportación pero aislada de sus hijos. Para centenares de mujeres en centros de detención o iglesias “santuario”, aseguró, el “Día de las Madres” es motivo de angustia y depresión.
Espinal, de 41 años y madre de tres hijos, ingresó a la Iglesia Menonita de Columbus (Ohio) en octubre de 2017 y, por ahora, las cuatro paredes de su pequeña habitación son lo único que la protegen de que agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) la deporten a México. Sus opciones para quedarse en EEUU son pocas, y las autoridades no han reabierto su caso de asilo.